Obama ha perdido más que la elección.

“La democracia son dos lobos y una oveja votando sobre que se van a comer. La libertad es la oveja armada impugnando el resultado” Benjamín Franklin.

 

Alfredo César Dachary.

 

La calidad humana generalmente desaparece con el poder, que es la enfermedad que muchos quieren sufrir y nadie se quiere curar, ya que sintetiza lo más negativo del hombre desde el individualismo absoluto al egoísmo extremo, sin medir las consecuencias de los actos de gobierno.

El caso del actual presidente Barack Obama no es la excepción, es el extremo a lo que se puede llegar cuando se paga por construir una imagen de un líder que no lo es, pero parecería que podría llegar a serlo. El Premio Nobel de la Paz fue la primera gran burla de este nuevo siglo, y de allí en más la imagen construida intentó hacer de este político un líder internacional que no dio las medidas exigidas.

Lo más grave es que al final no solo fue derrotado sino humillado por un enemigo que él construyó: Putin, el presidente de Rusia, declarado por Forbes el hombre del año 2016, el hacedor de poder, el que triunfó en Siria, mientras Estados Unidos sigue empantanado en Irak y dejó un país destruido en Libia, al igual que en Somalia y luego será Yemen, otro más de los “estados fallidos” por destrucción externa.

Forbes designa a Putin como el hombre más poderoso del mundo, por cuarto año consecutivo, lo cual era inimaginable al comienzo de los 90´cuando Rusia fue saqueada y dejada en la ruina por una banda de delincuentes internos con apoyo de gobiernos y organismos internacionales, pero se levantó y regresó a la arena internacional en forma exitosa.

Putin no es comunista, no es el promotor de las guerrillas, ni el hacedor de los grupos terroristas, que son más bien obra de Estados Unidos y sus aliados en la zona, como Arabia Saudita e Israel, entonces ¿por qué volver a la “Guerra fría?”. Cuando la URSS se desintegró nadie tomó en consideración el arsenal nuclear, hoy el gran contrapeso a Estados unidos y China, a ello hay que sumarle la nueva industria de armas y aviones rusas, que tuvieron su presentación en Siria.

El conflicto deja de ser ideológico para ser geopolítico, y más en un estado como Estados Unidos cuya hegemonía absoluta ha comenzado a caer y, por ende, a ser compartida con las potencias emergentes: Rusia y China, Japón, Corea y Brasil, entre los más significativos del BRIC+S, o sea, con Sudáfrica.

Pero la larga lista de “errores” de Obama está encabezada por las deportaciones masivas de mexicanos y latinos en general. Así tenemos que un total de 242,456 ciudadanos mexicanos fueron deportados por el gobierno del presidente Barack Obama en el año fiscal 2015, un número mayor que los inmigrantes de cualquier otra nacionalidad, de acuerdo con cifras oficiales.

Las deportaciones de mexicanos representaron 72.7 % del total de 333,341 inmigrantes expulsados de Estados Unidos en el pasado año fiscal, que abarca desde el primero de octubre de 2014 hasta el 30 de septiembre de 2015.

Del total de las deportaciones de mexicanos, más de 106,000 obedecieron a casos criminales y el resto, unas 136,000, a ofensas no criminales, según las cifras del Departamento de Seguridad Nacional.

Alrededor de 2.9 millones de inmigrantes indocumentados mexicanos han sido deportados por el presidente Obama entre 2009 y 2015, siendo 2013 año récord, con 435,000, de acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Pew.

La salida de los indocumentados mexicanos provocó que la población no autorizada procedente de México cayera de un techo de 6.9 millones en 2007 a 5.8 millones en 2014. Pero los mexicanos no sólo encabezan la lista de deportaciones durante el gobierno de Obama, sino que virtualmente son los primeros en la mayoría de categorías migratorias, incluidas naturalizaciones y obtención de tarjetas de residentes.

Estados Unidos registró un total de 730,239 naturalizaciones en el año fiscal 2015, un aumento en relación con las 653,416 de 2014, pero una caída respecto de las 779,929 del año fiscal 2013.

Con respecto a las tarjetas de residencia legal permanente, Estados Unidos otorgó 158,619 a mexicanos, de un total de 1.051,000 en el año fiscal 2015, le siguen China, con más de 74,000; India, con más de 64,000, y República Dominicana, con más de 50,000 tarjetas de residencia.

Los mexicanos ocuparon también el primer lugar en el total de visas de no inmigrante otorgadas por Estados Unidos en el pasado año fiscal. Del total de 76.6 millones de visas de no inmigrante, los mexicanos abarcaron más de 20.3 millones. Sus más cercanos competidores fueron los canadienses, con un total de 13 millones de visas.

El Arzobispo primado de México exhortó a los migrantes mexicanos que viven en aquel país a que se porten mejor para evitar una posible deportación, y precisó que si muchos connacionales se ven forzados a buscar mejores condiciones de vida en Estados Unidos, “es porque aquí en México el gobierno no ha hecho la chamba”.

Por ello sostuvo el Arzobispo “…el problema es nuestro. Mucha de esta gente ha sido expulsada de México por necesidad, por hambre, porque no tiene qué comer, no tiene con qué vestirse, se ha visto en la necesidad de buscar otro país como Estados Unidos, que le ha ofrecido mejores oportunidades, por ello el problema es fundamentalmente nuestro…”.

El problema a nivel mundial y en Estados Unidos es que el mercado laboral ha fracasado, como casi en todos los demás, ya que no hay bastantes trabajos disponibles y los que quedan no sirven para pagar las facturas, porque son mayoritariamente en el sector servicio, los menos remunerados.

Esto es grave, ya que para los estadounidenses, el trabajo lo es todo, y desde hace siglos, más o menos desde 1650, creemos que éste imprime carácter (puntualidad, iniciativa, honestidad, autodisciplina y todo lo demás), y que hasta hace poco el mercado laboral, donde encontramos el trabajo, ha sido relativamente eficiente en lo que a asignar oportunidades y salarios se refiere. También los norteamericanos han creído, que trabajar da sentido, propósito y estructura a sus vidas, por lo que están seguros de que los saca de la cama por las mañanas, de que paga las facturas, de que los hace sentir responsables y de que los mantiene alejados de la televisión por las mañanas.

Pero estas creencias ya no están justificadas, ya que no hay bastantes trabajos disponibles y porque los que quedan ya no sirven para pagar las facturas, a no ser, claro está, que se haya conseguido un trabajo como traficante de drogas o banquero en Wall Street, en cuyo caso, pasaría a ser un gánster.

El “pleno empleo” no es lo que les devolverá la fe en el trabajo duro o en el respeto de las normas, ya que la tasa de desempleo oficial en Estados Unidos está por debajo del 6 %, muy cerca de lo que los economistas siempre han considerado “pleno empleo”, y sin embargo la desigualdad salarial sigue exactamente igual.

En ese país, más de un cuarto de los adultos con trabajo cobra salarios muy bajos lo que no le permite superar el umbral de pobreza, y la mitad de los adultos con trabajo tiene derecho a recibir cupones de comida (el Programa Asistencial de Nutrición Suplementaria, SNAP por sus siglas en inglés, que proporciona ayuda a personas y familias de bajos ingresos, aunque la mayoría de las personas que tiene derecho no lo solicita), por ello es que el mercado de trabajo ha fracasado, como casi todos los demás.

Los economistas de Oxford que estudian las tendencias laborales nos dicen que casi la mitad de los trabajos existentes, están amenazados a corto plazo por la robótica, incluidos los que conllevan “tareas cognitivas no rutinarias” (pensar, básicamente) están en peligro de muerte como consecuencia de la informatización que tendrá lugar en los próximos 20 años.

Los tecnólogos del Valle del Silicio ya comienzan a hablar de un excedente de fuerza laboral, que tendrá un efecto revolucionario en la sociedad y podría ser el principal motivo de conflicto en la nueva sociedad ante la carencia de puestos de trabajo.

Así Obama fracasó en prevenir el futuro, en retener y potencializar la inmigración, en no abrir más guerras que las existentes, que las aceleró, y de todas esas promesas, solo la médica es posible en condiciones muy particulares porque es paga y reversible.

El fracaso de los demócratas en dos cuatrienios es el final de este Partido como lo plantea Bernie Sanders; es el ocaso de la social democracia europea y la seudo socialdemocracia norteamericana, ambas hoy asociadas al neoliberalismo y lo que éste representa como la mayor amenaza para la humanidad.

Por ello el miedo de Obama, su fracaso, su traición a los grupos que lo apoyaron, su falta de visión de un estratega; en síntesis, un “afroamericano” que viene a remplazar al “blanco” que dirigió el FBI durante la guerra fría, hecho que nos recuerda que la historia si se repite es primero como tragedia y luego como comedia.

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