Capitalismo inmaterial o tercera revolución industrial.

“Se ha definido a la sociedad post-industrial como una sociedad de servicios pero todavía la manera más directa es el autoservicio lo que pulveriza radicalmente la antigua presión disciplinaria” Gilles Lipovetsky.

Alfredo César Dachary.

 

Es difícil poder definir de una manera precisa en que tiempo estamos viviendo, quizás porque primero debemos decir donde estamos, en que sociedad vivimos y que puesto ocupamos, ya que en la India conviven un modelo pre capitalista de la sociedad de castas con la ultra modernidad de las ciudades globales como Bombay, por dar un ejemplo.

Si estuviéramos en un pueblo originario en la Sierra Madre, quizás sería muy diferente el futuro y el presente frente a un urbanita que vive en el corazón de una mega ciudad como la de México, siempre y cuando esté ubicado laboral y socialmente del medio hacia arriba.

Cada vez es más compleja esta medición ya que en las ciudades hay islas de abundancia frente a otras de miseria y la cotidianidad o los vidrios oscurecidos más que las mentes no ven esa realidad paralela que semeja a otra dimensión, haciendo eco de esa frase popular que “nadie ve lo que no quiere ver”.

Hoy se habla de la sociedad post-industrial, otros de la tercera revolución industrial, de la sociedad del conocimiento, de la sociedad del consumo, otros de la sociedad del ocio, todos nombres muy atractivos para una realidad que no lo es tanto.

Para unos empieza el ocaso del capitalismo y vamos a otro modelo basado en nuevas reglas como la economía colaborativa, pero en realidad eso no sería un cambio sino una adecuación para que grandes grupos de la sociedad con bajos ingresos mejoren en algo su consumo, ya que las grandes corporaciones seguirán viviendo de la ruleta financiera al cual controlan  y operan siempre a su favor. Para el economista Schumpeter (1928), los cambios de modo de funcionamiento del sistema presupone que hay un orden el cual contribuye con la mutación del sistema y la estabilidad del sistema capitalista es la misma que genera inestabilidad del orden capitalista. El fordismo se conformó en medio de la decadencia del taylorismo, a fines del XIX y dominó hasta la mitad del siglo XX.

Al finalizar la segunda guerra mundial, Estados Unidos se posicionó como la potencia hegemónica mundial, así el sistema se consolida en el 50’ y entra en crisis  en los 70´, cerrando así la edad de oro o la era del American Way Life.

En los 60´ aumenta el comercio internacional de bienes y servicios y con ello se da el auge del turismo, fruto de una sociedad con posibilidades de poder viajar y así socializar la emergente era del jet de pasajeros, pero esto duró hasta los 70´, en que Estados Unidos debe dejar de respaldar el dólar con oro, y su moneda se transforma en un ente fiduciario que no ha dejado de imprimir dólares.

La respuesta fue ajustar el sistema a través del neoliberalismo, donde el peso de la crisis se carga totalmente a los sectores más pobres de la sociedad, que alienada con el consumo no ve las consecuencias de este emergente modelo, introducido por un mediocre actor de Hollywood, que le fue mejor en las actuaciones desde la Casa Blanca que desde los sets de California.

En los 90’, el comercio internacional adoptó un nuevo rumbo con el auge del mercado internacional de capitales y una red de centros financieros unidos por Internet, además de los llamados “paraísos fiscales”, mayoritariamente ingleses, que imponen este nuevo modelo del capitalismo financiero, donde los fondos de inversión especulan con la deuda de los países más débiles y van controlando grandes áreas de la economía en la periferia del sistema.

En 1997, el capitalismo  financiero movía diariamente 1,5 trillones de dólares, mientras más del 60% de la población mundial vivía en la pobreza, situación que hoy no ha cambiado.

El capitalismo cognoscitivo correspondería a un régimen de acumulación donde el objeto de la acumulación es constituido principalmente por el conocimiento que es pieza clave en el proceso de producción y reproducción directa del régimen, donde la producción no está necesariamente en el locus tradicional de la empresa.

Esta nueva economía debe ser conceptuada partiendo que ésta se refiere a los sectores o actividades productoras o que son inductoras de las TIC’s, y se refieren a las ramas de actividades que se dedican  a la explotación o el desarrollo de nuevas tecnologías, lo cual empuja un nuevo régimen de crecimiento económico, resultante de la participación creciente de las TIC’s en las actividades productivas y en procesos de innovación permanente.

Esto ha llevado que algunos expertos hablen de un eclipse del capitalismo, como Rifkin (2011), que en realidad se trata de una readaptación del sistema a nuevas condiciones.

La razón de ser del capitalismo es llevar cada aspecto de la vida humana al ámbito económico para transformarlo en una mercancía que se intercambie en el mercado como una propiedad y esto acelera su ocaso, ya que el mercado y dentro de él la competencia van reduciendo los costes hasta hacerlos casi de pérdida, y eso se ve hoy en Internet los que escriben venden, ofertan por debajo de los precios de mercado rompen a éste, porque están llegando a un costo marginal 0.

Hay más de 6 millones de estudiantes online, cursos de alto nivel con grandes profesores y cuyo valor es 0, miles de gente se autoabastecen de determinadas necesidades imprimiéndolas en las impresoras 3D, pero esta revolución viene de lejos desde la época de Gillette, que regalaba las maquinitas para que compraran las hojas.

Cuando Telmex cobraba, dos décadas atrás, las llamadas de larga distancia internacional muy caras para su época hoy se encuentran gratis en los paquetes que tiene esta compañía, así como miles de músicos suben gratis sus músicas esperando que los jóvenes vayan a sus conciertos y allí “recuperar la inversión”.

Estos profundos cambios que se dan en este nuevo siglo llevan a pensar que el paradigma capitalista puede ser cuestionado desde tres frentes. El primero es desde la ciencia, ya que en la actualidad la interdisciplina, ha unido campos que antes estaban separados y con ello ha puesto en duda la teoría económica tradicional, ligada a las metáforas de la física Newtoniana, frente a una nueva teoría económica basadas en las leyes de la termodinámica, ya que el capitalismo tradicional no repara en la ecología, y solo asume las externalidades. Y es que los economistas tradicionales no conocen las leyes de la termodinámica, que rigen toda la actividad económica.

Así tenemos que la primera es la ley de conservación, la energía no se crea ni destruye, se transforma, la cantidad de energía en el universo siempre ha sido la misma, se transforma en una sola dirección de disponible a no disponible, y la segunda ley dice que la energía siempre fluye de lo caliente a lo frío, de lo concentrado a lo disperso, del orden al caos. Por ello la Entropía es la energía que no se puede volver a utilizar.

Junto a estos temas se suma la profunda asimetría económica de la población mundial, de la cual México es un típico ejemplo, como la mayoría de los países de Sudamérica, sin contar los países desarrollados que ya tienen sus “mares de pobreza”, comenzando por Estados Unidos, como hoy se puede ver en la campaña electoral.

Pero el nuevo modelo, nos presenta el mundo del futuro como un paraíso, claro que para los que tengan acceso y su ejemplo más fuerte es el denominado “El Internet de las cosas”, que  conectará a las personas con todas las cosas en una red mundial integrada.

Cualquier aspecto de la vida económica y social estarán conectados mediante sensores y programas, que enviarán cada día cantidades de imágenes y datos a cada nodo, empresas, hogares, vehículos, en cada momento y en tiempo real, este mundo de datos (Big Data) se procesa y transforma en algoritmos  para mejorar la eficiencia termodinámica, aumentar drásticamente la producción y reducir casi a cero el coste marginal de producir y distribuir toda gama de bienes  y servicios por toda la economía.

–      Se colocarán sensores a lo largo de la cadena productiva y de distribución.

–      Los consumidores podrán programar su gasto de energía eléctrica, gas y agua.

–      Se medirá la conducta de los consumidores por parte de los distribuidores por zonas para enviar lo que realmente la gente ocupa o prefiere.

–      Ciudades inteligentes, edificios inteligentes y carreteras inteligentes.

–      La luz pública y los cubos de basura, todos estarán monitoreados para ver tendencias y problemas.

–      Sensores en los bosques para alertar a los bomberos sobre potenciales incendios.

–      Sensores para predecir lluvias torrenciales y potenciales deslizamientos de tierra.

–      Ríos, lagos y mares estarán monitoreados.

–      Los agricultores usarán monitoreo por sensores para prevenir el clima y la producción de alimentos.

–      El ciudadano tendrá sensores que le permiten a la unidad médica ver potenciales amenazas.

–      Seguridad por cámaras y sensores moverá rápidamente los agentes de seguridad.

En esta nueva era cada sujeto se transforma en un nodo del sistema nervioso de la biosfera. Todos los sistemas de infraestructura a través de la historia tienen tres elementos que interactúan entre sí y el sistema actúa como un todo, como un medio de comunicación, una fuente de energía y un mecanismo de logística. En síntesis, es una especie de prótesis que permite expandir el organismo social y si eso falla, ¿la sociedad deja de funcionar?

La privacidad muere y se hace realidad el libro “1984”, todos estamos controlados por un estado policial, todos somos sujetos de inspección, y con ello la democracia se transforma y la libertad se acorta al extremo que hay que ver si esta nueva modernidad, no termina de cerrar el círculo trágico que planteaba Eco, del regreso al Medioevo.

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