Descripción
Dr. Alfredo A. César Dachary – Stella Maris Arnaiz Burne. Mérida. 1998
La opción por estudiar la zona Caribe de México nos enfrentó desde el comienzo con dos grandes limitaciones, que se basaban en presupuestos aceptados mayoritariamente como si fueran dogmas. La primera deriva de la definición de Caribe, un concepto que por lo general se restringía inicialmente al Caribe inglés, el cual abarcaba las islas colonizadas por ellos y las reducidas zonas continentales bajo su dominio, incluidas las Guyanas en América del Sur y Belize en Centroamérica. Otras concepciones definen al Caribe restringiéndolo a las islas y dejando fuera la zona continental de la cuenca, salvo el caso de Belize y las Guyanas. La segunda limitación era la derivada de la propia concepción restringida de las fronteras de México que, basada en una visión totalmente continental, se había limitado a definirlas en Norte y Sur sin atender a la denominada tercera frontera, que recién en las últimas décadas comienza a redescubrirse. Ambos problemas los superamos a partir de ir descubriendo elementos nuevos y estudios novedosos que abrían las posibilidades de lograr nuestro objetivo. De allí nace la necesidad de buscar una conexión efectiva entre las fronteras de México y el Caribe, lo cual lleva a la necesidad de reestudiar las mismas desde una perspectiva más amplia. Para la segunda mitad del siglo XX y la actualidad, el común denominador ha sido el desarrollo del turismo. Estos cinco siglo desde el descubrimiento y la conquista a la recolonización con el turismo, es lo que abarca este trabajo sobre “una frontera olvidada”.