Brasil: algo más que un golpe judicial

“El primer golpe es la mitad de la batalla” Oliver Goldsmith.

En la medida en que la sociedad cambia, en sus formas de conocer e informarse de la realidad que vive, toma más fuerza lo que antes se conocía como el cuarto poder, la prensa y que hoy se posicionó como el primero, los poderosos multimedios, que son los que dictan las modas, las formas de vivir, pensar, imaginar y actuar.

En una sociedad hastiada de corrupción, la primera noticia para los grandes multimedios que manipulan a la gente, la forma más violenta de “amansar ciudadanos”, es el tema de la corrupción que se transforma en el tema mediático, con lo cual el Estado y la propia clase política se desprestigian y los medios operando este tema ratifican su poder, aunque sea en base a “medias verdades” o mentiras, que de tanto repetirse son asumidas como verdades.

Antes, los golpes de Estado eran planeados por civiles y ejecutados por militares, hoy los militares ejercen funciones policiales en zonas complicadas de nuestra América, en las fronteras, en lucha contra las drogas o reprimiendo la protesta social, aunque haya una ley que lo prohíba, pero ésta se terminó cambiando para poderlo hacer nuevamente realidad, como es el caso de Argentina.

El nuevo modelo para acabar con la tenue democracia que hoy vivimos es el golpe judicial, ya que este poder, aparentemente independiente del Poder Ejecutivo, es más fácil de manipular en la mayoría de Latinoamérica cuyos ejemplos son muchos, desde Perú a Ecuador, de Venezuela a Colombia, de Brasil a Argentina, entre otros casos.

El éxito de Brasil, logrado por un político ex líder metalúrgico, que sacó más de cuarenta millones de brasileños de la pobreza, es un tema que genera un conflicto con el poder imperial ya que, si los demás países imitan y esas políticas se fortalecen, los países y sus sociedades serán muy difíciles de manipular, en los drásticos cambios que hoy se formulan y que afectan los derechos básicos de los ciudadanos.

Esta situación se agrava por el valor estratégico de Brasil, que es uno de los tres países más grandes y el más rico en biodiversidad de América, además de tener la mayor riqueza en agua dulce con los acuíferos Guaraní y Amazónico, y las cuencas del Plata y del Amazonas, entre las más importantes.

De allí, desde que el ex Presidente Lula da Silva entrega el poder a Dilma Rousseff se comienza a urdir un plan de golpe judicial, tomando como eje el escándalo de corrupción de la empresa de construcciones más grande de América Odebrecht, que afecta a muchos países, generando dos caídas de presidentes y gabinetes completos, y esta marea incluyó a políticos y miembros de gabinete en México, aunque aquí no ocurrió nada.

Así, la justicia brasileña operada por los grandes poderes económicos de la burguesía paulista y el ejército, destituyen a Dilma Rousseff y luego le inician un juicio al ex presidente Lula, con el objeto de no permitirle que gane las elecciones de este año, en las cuales es el favorito en todas las encuestas que se han realizado.

En el caso de Dilma Rousseff se destituyó, pero no se encarceló, solo se la separó del poder y en el caso de Lula da Silva se ha llegado a ponerlo preso por un delito que no está probado, el recibir un departamento turístico y no se puede probar por ser falsa la imputación.

Entonces el gran poder económico brasileño decide borrar al Partido del Trabajo judicialmente, que les estaba frenado, el proceso de venta del país al extranjero y ¿qué más?

Apenas sube el que fue Vicepresidente de Dilma Rousseff, Michel Temer, comienza por “aliar” la empresa más poderosa del país, la fábrica de aviones Embraer, a la poderosa empresa Boeing de Estados Unidos, un acuerdo que terminará en la absorción de la empresa por las nuevas tecnologías y el mercado ya consolidado en ciertos niveles.

El Presidente de Petrobras anunció, en este 2018, la privatización de cuatro de trece refinerías que tienen en Brasil, siendo las cuatro que fueron privatizadas: la Refinería Landulpho Alves (RLAM), en Bahía; Refinería del Noredeste o Abreu y Lima (Rnest), en Pernambuco; Refinería Alberto Pasqualine (Refap), en Rio Grande do Sul; y Refinería Presidente Getúlio Vargas (Repar), en Paraná. A esto se le suma una ampliación del proceso de privatización, ya que se prevé la venta del 60% de las unidades de Petrobras, quedando solo con el 40% y con el 75% del mercado de refino.

El abrir las inversiones de Petrobras para las empresas del norte y como ello entregar zonas estratégicas para construir bases en el Amazonas a Estados Unidos, emerge como el plan principal del gobierno ilegítimo de Temer y entonces la pregunta es, ¿qué más hay detrás de todo esto?

La acusación de corrupción tiene que ver con un departamento en la zona turística que no está ni escriturado ni ocupado por la familia de Lula o él mismo, y todo se deriva de que en el allanamiento a su casa se encontró una copia de la escritura de éste, pero donde figura que es propiedad de la inmobiliaria no del político brasileño, porque pretendió comprarlo, pero se le complicó la situación con la enfermedad y posterior muerte de su esposa.

Así la condena al expresidente brasileño Lula Da Silva, que es el disfraz “legal” de una gigantesca maniobra para eliminarlo de las disputas de poder y por esa vía impedir el fortalecimiento de las expresiones políticas que defienden intereses populares, demuestra hasta qué punto ha avanzado la nueva estrategia de Estados Unidos y de los capitales trasnacionales, ejecutada por las clases dominantes locales en Suramérica.

El carácter de farsa de la presunta búsqueda de “justicia” de los jueces y fiscales brasileños, nos hacen recordar que jamás fueron juzgados los militares y civiles que gobernaron ese país entre 1964 y 1985 mediante la más prolongada dictadura que haya existido en América, y que precisamente tuvo lugar en la nación más importante del sur continental.

El nivel del conflicto se agudizó cuando el diario Estado de San Pablo publicó una entrevista con el general retirado Luiz Gonzaga Schroeder Lessa, quien amenazó con una “reacción armada para restaurar el orden” si el Supremo concedía el Hábeas Corpus a Lula. El Comandante del Ejército Villas Boas, horas más tarde, adhirió a la posición del general retirado Schroeder Lessa a través de un tuit en el que apenas disimuló su amenaza a los jueces que se inclinaran por Lula. El tuit, amplificado por la cadena Globo, fue noticia central hasta minutos antes de iniciarse la sesión del Supremo.

El Ministro de Defensa, General Joaquim Silva e Lima destacó la “coherencia” de Villas Boas y su apego a los “preceptos constitucionales”, y el Ministro de Seguridad, Raúl Jungmann, dijo que no hay motivo para pedir explicaciones al titular del Ejército y que es menor a cero la posibilidad de un golpe. Algunos jueces que hablaron desde el anonimato reconocieron por la mañana de ayer que tomaron nota del apriete castrense.

En la actualidad hay tropas norteamericanas en al menos 134 países del mundo, existen evidencias suficientes para creer que Estados Unidos posee “centros de investigación biológica” que no son más que laboratorios de producción de armas químicas.

De hecho, de acuerdo a algunas investigaciones, el ejército del país del norte tiene  un centro de operaciones oculto en la Amazonía que, debido a las condiciones geográficas, climáticas y de poca densidad poblacional, es ideal para el desarrollo de enfermedades y armas bacteriológicas.

Por eso no sorprende que la Presidenta brasilera Dilma Rousseff haya sido sustituida sin justificación y su remplazo, Michel Temer, que en el poder resulta mucho más fácil continuar con las investigaciones secretas que, dicho sea de paso, ya cobraron sus primeras víctimas.

En 2012, ocho militares brasileros se infectaron con un virus desconocido en la zona Amazónica, pero el acontecimiento se mantuvo en total hermetismo debido a la polémica que hubiera podido desatarse. Sin embargo, es muy complejo ocultar el plan que el gobierno de Estados Unidos tiene con el control fáctico de la Amazonía y que consiste además de la explotación de los recursos naturales.

En esta misma línea se encuentra el laboratorio NAMRU-6 ubicado en la ciudad de Iquitos en la Amazonía peruana, país en el que casualmente el Presidente fue destituido por un escándalo no probado relacionado con el caso de sobornos de  Odebrecht, en este laboratorio se desarrollan investigaciones sobre nuevos y poderosos virus. Por ello se ha ocultado la verdadera utilidad de los laboratorios bajo pseudo-acuerdos con universidades peruanas, encubriéndose bajo el nombre de Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales, el biolaboratorio NAMRU-6 que ha establecido vínculos con la Universidad Cayetano Heredia para hacer pasar una actividad militar como un asunto de “investigación científica”.

El fin último de la ambición geopolítica del Pentágono es plantar bandera en “el pulmón del mundo” para manipular a su antojo el futuro de la humanidad.
El sustento de lo dicho con antelación es la operación conjunta AmazonLog 17 liderada por el ejército brasilero e inspirada en una actividad similar realizada por la OTAN en Hungría (2015), en la que Brasil participó como observador.

La misión que se llevó a cabo en mayo de 2017 en la triple frontera amazónica (Brasil – Colombia – Perú) contó ni más ni menos que con el apoyo logístico del ejército estadounidense. De acuerdo con la BBC, la operación se da en el marco de nuevos acuerdos entre las Fuerzas Armadas de Brasilia y Washington que pretenden “re aproximar” y “estrechar” las relaciones militares de los dos países, pero más preocupante aún fueron las declaraciones de la Embajada de Estados Unidos que aseguró existen “otros acuerdos en discusión, incluyendo soporte logístico, pruebas y evaluación en ciencia y tecnología e intercambios científicos”. A buen entendedor, pocas palabras.

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