[testimonials design=»clean» backgroundcolor=»» textcolor=»» random=»no» class=»» id=»»][testimonial name=»Albert Einstein» avatar=»none» image=»» image_border_radius=»» company=»» link=»» target=»_self»]“Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”[/testimonial][/testimonials]
Dr. Alfredo César Dachary
Al inicio del turismo, etapa que coincide con el nacimiento del capitalismo, los viajeros se alojaban en los nuevos hoteles que eran la expresión de los servicios y la vieja tradición de la vida de la aristocracia; la burguesía limitada culturalmente sólo aspiraba a ocupar todos los espacios que dejaba la aristocracia, pero imitando la forma de vida que les resultaba muy atractiva.
Luego viene una etapa de descubrimientos, viajes para conocer al otro y a los otros pueblos diferentes, culturas distintas, ciudades “exóticas”, siempre había una referencia, lo que los turistas se consideraban, formar parte de la cultura más elevada del planeta, la cultura occidental o el eurocentrismo, que pretenden hacerla universal, una meta que hoy tiene por denominación: la sociedad global.
En el siglo XX, el hombre dio el mayor de los saltos en su larga carrera por transformar todo lo natural en algo nuevo, o sea, artificializarlo, así comenzó por las comidas transformando todos los granos básicos, las frutas y las verduras, a fin de que nuestra nueva alimentación nos transforme en seres diferentes o mutantes.
El manejo de nuevos productos permitió transformar todo, desde los autos a los aviones, desde los barcos a las casas, todo hoy está dominado por productos sintéticos como el tradicional plástico desde el más conocido a nuevos productos altamente resistentes, algo similar al acero.
Las grandes transformaciones se expresaron en las construcciones pasando de los rascacielos que dominan la primera mitad del siglo XX a los mega edificios de gran altura o las construcciones impensadas como lo son el Puente Baluarte Bicentenario localizado en México, entre los Estados de Durango y Sinaloa, con una longitud de 1,124 m y 524 m de un vado atirantado sobre el río Baluartes a 402 metros de altura.
Cancún fue posterior a Brasilia, ambas con similares objetivos, ampliar el poder del Estado a sus zonas más alejadas; en Brasil hacia el interior en México hacia el Caribe, ambas ciudades son un referente mundial; ambas son obras de geniales arquitectos que logran transformar lugares sin grandes localidades en ciudades del siglo XXI.
Brasilia fue la tercera de las grandes aventuras urbanísticas del gigante del sur; durante el imperio se construyeron Teresópolis y Petrópolis, castillos y una pequeña ciudad de apoyo para los emperadores lusitanos, luego emperadores de Brasil. Petrópolis tiene un área de 774,606 km² y una población estimada de 302,570 habitantes en el año 2004 y fue la primera ciudad proyectada en Brasil.
México, con Cancún, retoma la línea de construcción de ciudades, que una década anterior, en los 50´s, había iniciado el gobierno federal con la creación de Ciudad Sahagún, oficialmente denominada Fray Bernardino de Sahagún, ciudad industrial mexicana, ubicada en el Estado de Hidalgo, que fue un importante centro de desarrollo industrial.
Pero Cancún no fue la última, sino la primera de cinco ciudades proyectadas para el turismo, construidas por FONATUR, organismo dependiente de SECTUR y con el apoyo del Banco de México, que lo transforman en el proyecto de desarrollo turístico más amplio y ambicioso de Latinoamérica y a nivel mundial.
Cancún fue, además, una de las jugadas geopolíticas más importantes de México, ya que está en la boca del canal de Yucatán, una zona estratégica en esas décadas iniciales y frente a ello estaba Cuba y su revolución socialista. Tres décadas antes, Estados Unidos había mantenido una guerra oculta contra los submarinos alemanes que hundían los barcos con caucho que venían de Brasil y para ello construyó el primer aeropuerto de larga pista del sur, el de Cozumel que será el primero del Caribe mexicano.
Cancún, ciudad diseñada, tiene sus claroscuros; esta ciudad se dividió en tres unidades habitacionales: la zona hotelera administrada por FONATUR, todos los servicios y grandes hoteles, centros comerciales y de diversión; la ciudad organizada en súper–manzanas que alojaría al personal de apoyo de la zona hotelera y los que quisieran vivir, administrada por el Municipio con todos los servicios, una buena estructura y una visión urbana sin centro cívico; y la Colonia
Puerto Juárez, administrada varias décadas por un Fideicomiso y luego transferida al Municipio, inicialmente el campamento de los trabajadores, luego la zona donde llegarían los inmigrantes pobres, los más de 400,000 mayas que dejaron el campo y hoy una zona de un alto conflicto social.
El huracán Gilberto, que arrasó la isla en 1988, fue el primer llamado de atención sobre estos fenómenos y su poder destructivo; le sigue el huracán Wilma en octubre del 2005, por citar los más destructivos, ya que hubo otros muy fuertes que también golpearon a esta zona turística, pero eso en vez de aplacar incrementó la inversión en esta zona.
Pero Cancún no es un proyecto exitoso en sí, fue un excelente punto de partida, en un Estado que como Nayarit, el gobierno consideró que el turismo era su verdadera industria de vanguardia, una idea que originalmente fue de la Federación y que con los años la asume el gobierno estatal y se empodera la población y los empresarios locales, entre otros, que han construido esta realidad.
El huracán de 1988 asumió que la destrucción de la vegetación en una franja costera obligaba a tomar medidas de protección, regeneración y otras, por lo cual se elabora el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial (POET) del corredor Cancún -Tulum en 1994, se actualiza en 1996 y se decreta en el 2001.
Gracias a ello una franja costera se comienza a ocupar ajustándose al POET, y se crean zonas de alojamiento, se amplían los poblados costeros y se construyen los parques temáticos naturales, la mayor atracción de la costa de la Riviera Maya, entre ellos destaca el caso de Xel-Há, el acuario natural más grande del mundo.
Xcaret es uno de los más famosos parques temáticos de la Riviera Maya con todo tipo de atracciones, comenzando por nadar en un río subterráneo o nadar con delfines o la visita el cementerio mexicano maya, disfrutar el juego de pelota y el grandioso espectáculo folclórico Xcaret México Espectacular. Es un parque natural y culturalmente mexicano.
Otro viaje es el de los cenotes donde se descubrirán cuatro diferentes tipos de cenotes en un entorno natural con una actividad diferente en cada uno (kayak, rapel, snorkel, tirolesa y llantas) en un ambiente de diversión.
El Parque Natural Tres Ríos y sus atracciones se desenvuelve a lo largo de 132 hectáreas de selva tropical bien preservada, en donde corren tres ríos de agua dulce, emergen diez cenotes y se encuentran más de 90 especies de animales y 120 especies de plantas en tres diferentes ecosistemas: jungla, selva de manglares y dunas costeras.
Cuarenta parques en el Caribe mexicano, incluyendo a Cozumel e Isla Mujeres, todas las opciones posibles para que el turista no tenga la oportunidad de “no saber qué hacer”, sino de “no saber a dónde ir por lo tanto que hay”, eso ha hecho la diferencia con el resto de los destinos y todo en dos décadas, lo cual es más significativo que el nacimiento y expansión de Cancún.
El corredor Cancún –Tulum, hoy Riviera Maya, es uno de los dos grandes corredores del Caribe mexicano, además de lugares excepcionales como Holbox, en síntesis, no fue una ciudad la que hizo la diferencia, fue una actitud de los inversionistas que vieron las posibilidades y se adecuaron a su vecino próximo: el mega destino de La Florida, compiten y son mejores.
Pero esto no termina, la realidad se construye en el turismo, es la búsqueda de imaginarios que se aterrizan y se les da forma; la mayoría de los casos son de la región pero otros se traen de lejos, por ello el último proyecto del grupo Xcaret, pasó los mitos de la deslocalización de los atractivos, trayéndose uno que ya existe y que es parte de la tradición mexicana: el famoso Xochimilco y sus trajineras.
El proyecto de «Xochimilco» que replica el original de la ciudad de México, con el viaje en trajineras a través de canales de agua, fue inaugurado en diciembre del 2013, por el Grupo Xperiencias Xcaret, con una inversión de 282 millones de pesos. El proyecto tiene un predio de 60 hectáreas, colindante con un complejo residencial Cancún Country Club y frente al hotel Moon Palace, entre Cancún y la Riviera Maya, y en su primera de tres etapas, abarca 18 hectáreas.
Una vez más la diferencia la hace la visión y la inversión, esa combinación que en Cancún y la Riviera Maya se ha dado para la articulación de la mayor concentración de parques temáticos naturales y de entretenimiento, que están en la base del éxito de esta región destino.
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