Dr. Alfredo César Dachary
Cuando Nicholas Carr, autor del clásico trabajo sobre la revolución informática y la forma de pensar, titulado “Superficies, que ha hecho Google de nosotros” planteaba la revolución post Gutenberg y sus costos, pensábamos que había llegado al final de este análisis, pero no ocurrió así.
“Atrapados”, su nuevo libro va más allá y plantea una recolonización del hombre a partir de los robots, algo relativo, porque siempre hay hasta hoy alguien que gana y administra esta nueva forma de control.
Las preguntas que se plantea, que son nuestras en el quehacer diario, son: ¿Somos capaces de decidir qué tareas dejamos en manos del ordenador y cuáles nos reservamos? ¿Dedicamos nuestra atención a lo que queremos? Las nuevas tecnologías suponen un ahorro de trabajo, pero ¿podrían erosionar nuestra libertad?
A partir de curiosidades históricas y lúcidas descripciones de las últimas tendencias tecnológicas, económicas, psicológicas y neurocientíficas, “Atrapados” brinda una visión realista y alarmante de un poderoso fenómeno que está determinando nuestras vidas.
Las máquinas o robots, hoy nos controlan a partir de Big Data, nos vigilan a través de las redes de cámaras, Internet y demás aparatos de comunicación, y nos ponen en evidencia, cuando pensamos diferente al Estado, algo que denunció Snowden como ex experto en “espionaje moderno”, de correos y celulares.
Los robots que ya “nos conocen” gustos e intereses, nos ofrecen una vez que compramos el vuelo por Internet, hoteles, renta de autos y todo lo que es posible consumir en el lugar que viajamos.
Se acabaron los vendedores ambulantes, ahora hay uno especializado, que nos conoce mucho, sabe cuánto podemos gastar, sabe cuánto nos podemos endeudar, entiende de nuestras debilidades, las explota y le hace ganar más a su “amo”, que no es robot, a veces se disfraza de entelequia y algunos le llaman “mercado”.
Las máquinas “inteligentes”, antes denominadas robots, no necesitan tener forma humana, ya que la forma no es el fondo o la función, por ello nos sorprende la cantidad de información que juntan a partir de un chip, en la tarjeta, en el celular o en la propia tableta.
Pero ahora ya no sólo gobiernan nuestros hábitos y debilidades, sino también nuestros gustos, otro espacio, que puede dejar de ser “humano” para hacerse una ecuación ajustada a los humanos.
La apuesta “Creative Computing” o Computación Creativa, es un ambicioso proyecto de IBM en el que se ponen a trabajar humanos y computadoras como equipo en la cocina, y que pone a “prueba” en alianza con el Institute of Culinary Education para que tanto chefs como computadoras trabajen de manera conjunta para crear recetas que nadie había pensado.
Para crear un platillo se seleccionan primero los ingredientes, luego los tipos de cocina que se desean lograr y por último lo que uno cree que deben estar presentes en el sabor y la síntesis se da cuando se presiona un botón para obtener una propuesta de receta.
El proyecto parte de que existe una inmensa cantidad de ingredientes en el mundo, que sería muy difícil para el chef poder integrar en una receta muy ambiciosa, por lo que este sistema ofrece es una poderosa base de datos y un vínculo entre unos y otros que quizá al cocinero no se le hubiese ocurrido.
Este sistema se presentó con la salida de un nuevo food truck en Estados Unidos que no ofrece ni hamburguesas ni tacos orientales, sino pantallas, computadoras y recetas que se crean en conjunto.
La propuesta parte de la base de que la máquina, que aloja una gran base de datos, está programada para entender la química de la comida, o sea, por qué un ingrediente debe o no ir con otro, y con ello insertar una variable de gusto o preferencia para obtener recetas que aparecen como exóticas pero que tienen muy buen sabor y son muy equilibradas.
Esto no significa para mí, en una mezcla de análisis y nostalgia, el fin del reinado de los chefs, es una propuesta nueva, pero hasta hoy la generación que vivimos, sigue viendo con placer esos artesanos que logran platos exquisitos y ojalá sigan reinando un largo tiempo.
Pero hay otras nuevas opciones tecnológicas aplicadas a la vida diaria como es el caso de poder integrar áreas con alta luz solar sin tener grandes gastos en electricidad de los aires acondicionados, algo que afecta al medio ambiente y a la economía del usuario.
En el 2007, se creó la compañía IntelliGlass, que pese a nacer en el comienzo de la caída de la burbuja inmobiliaria ha logrado imponerse y sobrevivir con clientes en lugares donde este invento es una verdadera aportación, como es el caso de los países árabes, especialmente de Dubái.
Esta propuesta emerge en una etapa de las grandes construcciones donde el vidrio es la tendencia actual en los edificios y lo seguirá siendo, de allí que esta nuevas “ventanas” remplazan, en lugar de aire en el doble acristalamiento tradicional, encierra agua en una cámara de 16 mm entre dos capas de vidrio de 15 mm, donde los rayos del sol calientan el líquido y no el interior de los edificios, mientras unas bombas de distribución y termostatos enfrían a su vez la temperatura del agua. Las paredes y habitaciones permanecen frescas. Al no necesitar aire acondicionado, se pueden lograr ahorros energéticos de hasta el 70%.
El sistema puede usarse también en interiores como alternativa a la calefacción en invierno. Sustituyendo algunas paredes de ladrillo por otras de cristal y agua, los tabiques se convierten en paneles térmicos capaces de climatizar estancias, y a ello se le suman nuevas posibilidades, como variar automáticamente el color y la opacidad del líquido dentro del vidrio.
Esta es la otra cara de los adelantos tecnológicos, donde el verdadero beneficiado es el ciudadano y la sociedad, ya que se da una mejor calidad de vida, un respeto mayor al ambiente, una dupla que generalmente está enfrentada.
Hay otras tecnologías que se asocian a la comodidad personal y éstas son las definidas como las tecnologías para llevar puestas, que hace referencia a dispositivos que los usuarios pueden llevar puestos, como joyas, gafas, mochilas o incluso prendas de ropa o calzado.
El Project Glass de Google constituye uno de los ejemplos más famosos actualmente. Se trata de un dispositivo que se asemeja a unas gafas pero con una sola lente y con esto los usuarios pueden visualizar información de su alrededor como el nombre de los amigos que están cerca, o lugares cercanos para acceder a datos relevantes para un proyecto de investigación.
Esta tecnología tiene una gran aplicación en el turismo, especialmente el urbano, ya que uno va con una guía visual que le va mostrando y contado las historias de cada lugar que uno fija la vista, pero requiere como contraparte el tener señalizada e informatizada la ciudad.
La tecnología para llevar puesta es todavía muy nueva, pero es fácil imaginar accesorios como guantes que mejoren la capacidad del usuario de sentir y controlar algo que no están tocando directamente.
Otro ejemplo son las prendas de ropa que cargan baterías gracias a células solares, que permiten interacciones con los dispositivos de un usuario a través de controles o paneles táctiles cocidos en ellas, o recogen datos del ejercicio realizado por una persona a través de sensores integrados en la suela de una zapatilla, algo ya en uso en la sociedad actual.
Otro dispositivo complementario es el smart watch, que no es propiamente un smart phone, con forma de reloj de muñeca, que podríamos definirlo como un periférico accesorio para el mismo además para la persona, o sea, es complemento para el usuario y también un accesorio para el móvil.
Este es un concepto que podría ser interesante si de esa manera evitamos encender la pantalla de la terminal móvil, uno de los componentes que más consumen y, por tanto, que más afectan a la autonomía. Al día de hoy todo tiene que estar conectado o si no, no vale o no es bueno. Desde ebooks hasta electrodomésticos, todo está conectado.
Un reloj de muñeca es un accesorio que la gente lleva puesta, y el hábito adquirido de buscar la hora ahí puede ayudarnos a la hora de mirar notificaciones del móvil siendo un movimiento muy natural, la costumbre está hecha, sólo se adecuaría a los nuevos tiempos.
En el área de tecnología «para llevar puestas», Intel planteó que su compañía está trabajando de manera activa en una serie de nuevos productos e iniciativas, «con el objetivo de acelerar la innovación» en esta área, ya que Intel quiere ser una referencia en este mercado, y entre los dispositivos que encontraremos destacan unos auriculares inteligentes.
Las nuevas tecnologías están en todas las dimensiones de la vida, cada vez con mayor presencia; estamos ante un nuevo cambio de era o es parte de la recolonización de la mente que inicio el Internet con un modelo difuso de aprender la realidad.
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