Estados Unidos más allá de la desglobalización: la crisis interna

“La globalización ha favorecido a Bill Gates, no a la mayoría” Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001.

 

El proceso de crisis de la globalización hegemonizada por Estados Unidos ya tiene sus primeros ejemplos interesantes, donde la forma y el fondo se tocan ante una realidad que se va profundizando, como una condena inevitable para compartir con sus enemigos la hegemonía mundial.

Comenzamos por Christine Lagarde, directora del FMI, vaticinó durante un evento del Centro para Desarrollo Global en Washington que, en caso de proseguir las tendencias de crecimiento de China y otros grandes mercados emergentes, su agencia se mudará sin duda alguna a Pekín, ya que sus estatutos asientan que su matriz debe localizarse en el país miembro de la mayor economía global.

En segundo lugar, está la renuncia de Jim Yong Kim, Presidente del Banco Mundial (BM), quedando como potencial aspirante a la presidencia la hija de Trump, Ivana, un doble mensaje primero que esta institución es antidemocrática y segundo que los Trump intentan generar una dinastía, a partir de la familia, rompiendo las reglas básicas de designar a un experto en el tema económico y social y no en moda.

En tercer lugar, tenemos que la Comisaria de Comercio en la Comisión Europea, Cecilia Malmström, sostiene que la Organización Mundial del Comercio (OMC) no puede adaptarse a los cambios en la economía y está en crisis, quizás su crisis más profunda. La guerra comercial de Estados Unidos contra China y el abandonar el Tratado Transpacífico inciden en esta crisis del modelo.

Esto ocurre en el mundo externo a la sociedad más poderosa del mundo, Estados Unidos, que no podría ser inmune a los grandes conflictos que se fabrican o existen para prolongar una nueva guerra fría, ya que esta sociedad necesita tener enemigos en frente, antes fue la URSS, hoy China, Rusia y la India, entre los que competirán por compartir la hegemonía del sistema global.

El geopolítico mexicano Alfredo Jalife introduce un tema poco conocido sobre la sociedad norteamericana y el efecto Trump, entre otros, al sostener que hace ya casi un año, Glenn Harlan Reynolds, de US Today, inquirió si Estados Unidos se encamina a una guerra civil y contestó que las experiencias de Sarah Huckabee Sanders, jefa de Prensa de Trump y Kirstjen Nielsen, Secretaria de Seguridad Nacional, “sugieren que una guerra civil soft ha empezado”.

Para ambos ejemplos, muestra actitudes de la sociedad en restaurantes que las llevan a ser expulsadas, por lo que representan. Glenn Harlan Reynolds narra que el autor Tom Ricks preguntó también si “Estados Unidos se dirigía a una guerra civil soft” y cita al politólogo Thomas Schaller “ignoro si el país saldrá ileso”, pero alega que el desprecio político es el problema de la fractura de la sociedad.

Un año más tarde a las advertencias de “guerra civil soft”, la situación ha empeorado y con la mayoría en la Cámara de Representantes del Partido Demócrata y su notable número de mujeres, se vistieron de blanco durante el discurso sobre el Estado de la Unión de Trump en el Congreso para recordar las demandas de las suffragettes en favor de la legalización del voto femenino hace un siglo, ha fracturado aún más al país con una nueva dicotomía ideológica.

Tucker Carlson, conocido periodista y presentador de Fox News, quien acaba de lanzar el programa “Los hombres estadounidenses están en crisis”, presenta una lista de situaciones y hechos para refrendar lo que planteó, válido para Estados Unidos. Los asesinos en solitario que terminan atacando a escuelas o universidades y los conflictos en donde se termina en terribles tiroteos en masa son cometidos por hombres.

Así mismo, el hombre promedio en Estados Unidos vive cinco años menos que la mujer promedio y la primera razón es que los varones son más propensos a la adicción al alcohol, a las drogas y al suicidio; el 77 % de los suicidios en el país son cometidos por hombres.

Estados Unidos es el país con más presos en el mundo en relación al total de población, 698 presos por cada 100,000 habitantes, seguido de Ruanda 492 y Rusia 446. El problema es que el 90% de los reclusos en el país son varones.

A nivel educativo, los varones tienen inconvenientes por lo que las mujeres se gradúan en mayor porcentaje y superan a los hombres en la educación de postgrado, logrando la mayoría de los títulos de Doctorado.

En Estados Unidos se casan menos hombres jóvenes y son más propensos a vivir con sus padres que con sus cónyuges, y por ello las jóvenes solteras casi duplican a los hombres solteros a la hora de comprar sus casas.

La disparidad salarial no siempre resulta estar a favor de los hombres, las mujeres solteras que rondan los 20 años y que viven en áreas metropolitanas, ganan 8% más que sus homólogos masculinos.  Las mujeres en promedio tienen una puntuación más alta en las pruebas de coeficiente de inteligencia que los hombres.

Otro tema de salud pública es que el 70% de los hombres tiene sobrepeso u obesidad, frente al 59% de las mujeres, ya ello se le suma que los hombres se vuelven menos viriles, experimentando una disminución de espermatozoides y testosterona, y esto no depende de la edad.

Max Keiser, ex agente de valores, inventor y cofundador de la bolsa de valores de Hollywood y Stacy Herbert, titulares del programa económico ‘Keiser Report’ reflexionan sobre los datos que reflejan la evolución económica de Estados Unidos desde la crisis del 2008 hasta hoy, entre ellos los que demuestran que se ha enriquecido el 1% más acomodado y que se ha empobrecido el 90% menos pudiente.

Los datos provenientes de la Reserva Federal de Estados Unidos muestran que el 20% de los trabajadores en ese país están cobrando por debajo del índice federal de pobreza, mientras que la brecha de riqueza y salarios aumenta, y se resume en que el 1% de los más acaudalados en Estados Unidos están un 10% mejor que antes, mientras que el 90% menos pudiente está un 20% peor.

Esto, aunado a un incremento en la mortalidad infantil, lo está convirtiendo «en un estado tercermundista» en el que «millones se arruinan para conseguir atención sanitaria». «Wall Street se recuperó de sus pérdidas, mientras que el 90% más desfavorecido tuvo que tragarse sus pérdidas».

Debido a la complejidad del sistema, no se sabe qué consecuencias tendrá esta «epidemia de desigualdad», especialmente en los de más bajos recursos. «¿Y cómo evitamos que estas personas se rebelen?, pues esto, los impulsa la heroína sintética y se impulsan los opiáceos».

Los fabricantes de opiáceos están en el Dow Jones, por eso aumenta, ya que «no es coincidencia» que haya una concentración de riqueza sin precedentes y una explosión en el impulso de esa droga. «Distribuyen heroína en lugar de riqueza: en eso se basa la economía estadounidense» para Kaiser Report.

El discurso de Donald Trump sobre el estado de la Unión mostró varios nuevos rostros y temas, primero cuando la cámara giró y mostró el semblante sereno de la recién elegida diputada Alexandria Ocasio-Cortez, la Demócrata neoyorquina que ganó la elección después de afirmarse durante la campaña como “enseñante, sindicalista, socialista democrática, nacida y criada en Nueva York, que se presenta para defender a las familias trabajadoras en el Congreso”; o el de la diputada Rashida Tlaib, Demócrata de Michigan, quien ganó las primarias y las elecciones generales en 2018 como miembro de Democratic Socialists of America (DSA), con el apoyo de la potente agrupación zonal de Detroit de DSA.

Pero luego se mostró al senador de Vermont, Bernie Sanders, a quien a menudo llaman “el socialista más popular de Estados Unidos” y a quien mucha gente quisiera ver compitiendo con Trump en la elección presidencial de 2020.

Trump siempre infundiendo el miedo y alterando contenidos afirmo “aquí, en Estados Unidos, estamos alarmados ante los nuevos llamamientos a adoptar el socialismo en nuestro país. América se fundamenta en la libertad y la independencia, no en la coacción, la dominación y el control por parte del Estado”.

Esta afirmación temeraria será motivada porque todos los sondeos nacionales recientes sobre intención de voto de cara a las elecciones de 2020 dan vencedor a Sanders, el socialista democrático, sobre Trump.

Una encuesta de Public Policy Polling (PPP) del 22 de enero 2019 dio a Sanders el 51 % y a Trump el 41 %. Esto supone una mejora con respecto a los nueve puntos de ventaja que dio a Sanders una encuesta del pasado mes de junio.

Sanders no ha anunciado que vaya a retar al presidente, pero el senador, que ganó en 23 primarias y aparece como aspirante a la nominación como candidato presidencial por el Partido Demócrata, suele aparecer en los sondeos entre los demócratas e independientes que más posibilidades tienen de llevarse la palma entre el electorado potencial demócrata.

La pobreza, la crisis de salud y educación para grandes mayorías son los que están moviendo el tablero a estas nuevas opciones principalmente de mujeres que han asumido el liderazgo ante un presidente misógino y racista, para comenzar, porque la lista de problemas y afrentas es larga.

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