Brexit: causas reales y ocultas

Alfredo César Dachary.

 

Hoy en día todos los medios de comunicación del mundo, casi sin excepciones han condenado a Gran Bretaña por la votación del Brexit, al cual toman como una falta de claridad de la población del Reino Unido para entender el verdadero significado de esta salida y sus consecuencias.

Si a esto le sumamos que Donald Trump, que estaba en Escocia para ese tiempo histórico, se pronuncia como que Gran Bretaña había votado a favor de recuperar su identidad y el país, la condena se hace mayor ya que todo lo dicho por el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, es tomado como profecía errada o una idea alocada más instintiva que razonada.

Los análisis en mi opinión han simplificado homogéneamente el sentido de este referendum al extremo que lo han satanizado en una dicotomía de lo mejor si se quedaba y lo peor si se salía de la Unión Europea (UE). Esto es muy raro, ya que ahora comienzan hacerse, pasados unos días, otros análisis más fríos y menos ideologizados sobre complejo tema que afecta a un mundo globalizado en diferentes dimensiones.

El voto de la salida de la UE es el de aquellas personas enfadadas y desmoralizadas por la enorme arrogancia de los apologistas de la campaña a favor de “permanecer” y del desmembramiento de una vida socialmente justa ante la caída del estado del bienestar, un ejemplo basta, ya que conservadores y laboristas ha minado tanto el último bastión de las reformas históricas de 1945, el Sistema Nacional de Sanidad, y hoy éste lucha por sobrevivir.

El Ministro de Hacienda, George Osborne, que personifica tanto al sistema como el poderoso grupo de la City y su mundo financiero, amenazó con recortar 30,000 millones de libras de los servicios públicos si la gente votaba de manera equivocada, lo cual se transformó en un chantaje monumental, del tipo de elecciones “tercermundistas”.

Pero el gran tema de la campaña fue el de generar un miedo colectivo a la inmigración, algo utilizado por la extrema derecha xenófoba como por los laboristas que recurrían a su propia y venerable tradición de promover y alimentar el racismo, en un país donde la inmigración ha sido selectiva y ha aportado mucho al país, por solo admitir ciudadanos que hablan en la mayoría de los casos el inglés y que tienen formación profesional, como gran mayoría de los inmigrantes sirios.

Se habla también de que estos resultados son las consecuencias no deseadas por quienes impulsaron la consulta y las luchas entre las élites y, más en particular aquí, las contradicciones en el marco de la disputa por el poder entre las propias fuerzas de la derecha británica.

También han servido para mostrar, al mismo tiempo, la crisis del modelo de integración fallido como es el de la Unión Europea y el divorcio evidente con la población británica, algo que podría replicarse en otros países si se facilitaran nuevas consultas, por ello es que el 23 de Junio de 2016 será recordado como el inicio de un proceso de desintegración y caos político que modificó el mapa de Europa, que hirió de muerte el diseño de la Unión Europea.

Para otros pensadores representa el inicio del cambio de las propias fronteras y vínculos de un viejo imperio, que pierde razones para mantener unido a su Reino, el ejemplo lo da Escocia, que al día siguiente plantea un referendum para dejar el país que los conquisto: Inglaterra.

Para otros, lo más grave y, por ende, lamentable es el resurgimiento de antiquísimos, orgullosos y reaccionarios sentimientos nacionalistas y xenófobos, que hoy ya comienzan a ser mayorías en Europa, desde Hungría a Francia, pasando por Holanda, entre los más representativos.

Para John Pilger, el desprecio decimonónico por países y pueblos en función de su grado de utilidad colonial sigue siendo el eje de la moderna “globalización”, con su perverso socialismo para los ricos y capitalismo para los pobres: su libertad para el capital y la denegación de la libertad para el trabajo, y que ha empobrecido y desempoderado a millones de personas.

Tampoco esto es un tema nuevo, ya hay antecedentes de diferentes niveles, aunque la mayoría no están regulados porque los tratados no prevén mecanismos de secesión, pero un puñado de territorios han movido las fronteras de la Unión, como Groenlandia, Alemania y Argelia y, a la vez, ilustran la complejidad del proceso que afrontarían Cataluña y Escocia, en caso de salirse de sus países colonizadores.

Groenlandia implicó una salida de la UE sin secesión: la unificación alemana, una ampliación de un Estado dentro de la UE; y Argelia una independencia y salida no negociada.

Pero hay un tema que se usó despectivamente, quienes votaron las salidas, los viejos, los campesinos y los pobres, ¿por qué?, eso nunca se explica y gente piensa que los países desarrollados no tienen pobres, viejos en la calle y campesinos sin tierra y la equivocación es muy grande.

En Gran Bretaña, la escasez de albergues sociales, los recortes y la reducción de préstamos para adquirir vivienda ocasionaron un incrementó de 9% de la indigencia en 2014, y el número de personas en situación de calle ascendió a 280,000 en Inglaterra, de acuerdo con una investigación de las organizaciones no gubernamentales Crisis y Joseph Rowntree Foundation (JRF). De allí que las cifras de indigencia en el país británico para el 2014 crecieron 9 % en comparación con el año anterior, y las personas sin techo obligadas a dormir en las calles aumentaron 5%, según el informe “Sin Techo: Inglaterra”.

En estos “condenados”, hay  100,000 niños con una edad media de dos años de edad que viven en un alojamiento provisional subvencionado en Inglaterra tras haberse quedado «sin techo», de acuerdo con datos difundidos en 2015 por el Gobierno británico. En el período entre el 1 de abril y el 30 de junio del 2015, las familias o madres solteras con hijos pequeños representan el mayor grupo clasificado «sin hogar» en base a los requisitos gubernamentales, que son haber sido desahuciado o no poder regresar a la vivienda por peligro para la integridad física.

A finales del pasado junio de 2015, 66,980 individuos estaban clasificados por el Gobierno como ciudadanos «sin hogar», un aumento del 12% respecto al mismo periodo de 2014, siendo Londres la ciudad británica más afectada.

Crisis y JRF aseguran que el problema de indigencia es más grave de lo que señalan las cifras oficiales, en un 60% respecto a las estadísticas del gobierno del año pasado. El informe revela la escala real de los “sin techo” en Inglaterra, que las cifras oficiales han dejado de reflejar, señala John Sparkes, director ejecutivo de Crisis, organización de apoyo a los indigentes.

Las ONG´s advierten que lo peor está por venir en el Reino Unido, pues la coalición gubernamental ya enfrentó un escándalo por colocar pinchos anti indigentes en varios edificios de Londres. Las críticas en redes sociales contra la medida fueron tajantes y más de 7,000 personas firmaron una petición por Internet para la retirada de las hileras de púas, destinadas a evitar que las personas sin hogar pasaran la noche.

En Londres la situación es crítica, pues la cantidad de sin techo en riesgo de perder su morada habitual creció 12% en 2014. Más de 6,500 personas durmieron al raso alguna temporada del año en la ciudad del Támesis. Es un incremento del 77% de los sin techo respecto a 2010, según las estadísticas de Crisis.

Andy Robinson, durante su periplo por el Noroeste de Gran Bretaña, habla de una clase trabajadora en busca de una excusa para reventar el sistema tras años de descensos salariales y aumento de la inmigración. Treinta y seis años de neoliberalismo Thatcher – Blair – Cameron han dejado una opinión pública que pide renacionalizar los ferrocarriles y a veces hasta volver al espíritu socialista inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, según todas las encuestas publicadas, entonces ¿por qué se vota por el Brexit?

El falso debate se limita a estrechos márgenes de discusión, o sea, no entraban los temas centrales de la coyuntura, no se hablaba de las amenazas del tratado transatlántico TTIP que acechan al sistema de salud NHS, ni tampoco la imposición antidemocrática de austeridad a Grecia y al sur de Europa por la Troika, la Comisión y el Banco Central Europeo (BCE), por ello el elegir entre el BCE y la City no parece una opción, sino más de lo mismo.

Por todo esto no resulta tan difícil pensar porque esas grandes mayorías de desplazados, marginados y demás dolientes voten por la salida de la UE, el drama que sigue es que no saben quién quedó y qué hará con nuevo gobierno, ya que el país no tiene ni el brillo del imperio ni los pueblos subordinados, que caracterizaron al mayor imperio moderno, hoy es una caricatura que solo tiene un gran poder en la City, mayor centro de especulación y otras funciones como las de los grandes paraísos, que coincidente, la mayoría son ex colonias inglesas.

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