La tragedia griega en el siglo XXI

“La mayoría de todo lo que has oído sobre el libertinaje de Grecia y su irresponsabilidad es falso”. Paul Krugman, Premio Nobel de Economía.

Alfredo César Dachary.

 

El Premio Nobel de Economía tiene claro el tema de la crisis griega y ante la pregunta de si Grecia debe aceptar las propuestas de la troika, el economista norteamericano contesta rápidamente que Grecia debe votar por un ‘no’ en el referéndum.

Esta crisis tiene una larga historia, ya que viene desde mediados de la primera década de este siglo y ha ido aumentando el nivel de impacto en la sociedad, así tenemos que en 2012 el número de los hogares sin electricidad en toda Grecia se ha quintuplicado con respecto de los cinco primeros meses de 2011.

Los cortes de electricidad van creciendo día tras día y si en enero del 2012 los cortes de electricidad fueron unos 7,000, en mayo se dispararon y alcanzaron los 30,000; durante los ocho primeros meses de 2011, las órdenes de corte de luz superaron las 900,000, mientras que durante los ocho primeros meses de 2010 fueron unas 734,000. En la actualidad unos 90,000 hogares están sin electricidad, por no poder pagar ni la cuenta ni menos los impuestos inmobiliarios incorporados a ella.

La crisis económica y las condiciones de vida cada vez más duras empujaron en los últimos meses a miles de griegos a acabar con sus vidas, al no encontrar otra salida ante los graves problemas económicos que ahogan a la mayor parte de la población.

Las estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud mostraron un aumento del 40% en el número de suicidios en 2011, en comparación con los registrados en el año anterior. Estos datos contrastan con los recogidos antes del inicio de la grave crisis, hace ahora tres años, cuando Grecia contaba con la menor tasa de muertes voluntarias de toda Europa, en concreto 2.8 por cada 100 mil habitantes.

Desde el comienzo de la recesión, el número de personas fallecidas por este motivo sería de 1,700 casos, según el cómputo oficial, aunque diversos investigadores consideran que la cifra es mayor, únicamente camuflada por la enorme influencia con que cuenta la Iglesia Ortodoxa en el ámbito social y político.

La mayor parte de la deuda griega ha sido creada por la clase dirigente y no por la gente que sufre ahora las medidas de austeridad impuestas por el FMI y la UE. Así la deuda griega y el alto déficit presupuestario fueron causados por la recesión. Como ha ocurrido en todo el mundo, la recesión ha provocado una baja de ingresos fiscales y un incremento del déficit.

A ello se le debe sumar que los capitalistas griegos han disfrutado de grandes subvenciones del Estado, desde la década de los 80´s, cuando el gobierno griego actuaba como una compañía de seguros, compensando a todos los capitalistas griegos por sus pérdidas por la crisis hasta la actualidad, las élites dominantes han sido las mayores beneficiarias del presupuesto del Estado.

Pero el gran peso de la deuda está en el  enorme gasto militar, por la amenaza real procedente de Turquía, pero en mayor medida por su participación en la OTAN, y por ello Grecia destinaba una gran parte de su presupuesto al gasto militar, llegando al extremo de que en Europa, únicamente Alemania gasta más parte del  PIB en armas que Grecia.

Otro tema central es el colapso de la industria griega debido al mercado común, luego la Política Agrícola Común y la participación en la eurozona han llevado al extremo las contradicciones de la economía griega. Si a ello le sumamos la evasión oficial de impuestos de la clase dominante, ya que los tres grandes poderes son: la Iglesia Ortodoxa, que es la mayor terrateniente; los propietarios de barcos, porque Grecia participa de una buena parte del comercio mundial y los bancos. Ninguna de estas “entidades” paga impuestos. Por medios oficiales han sido excluidas del sistema tributario, un ejemplo son los propietarios de barcos han blindado la evasión fiscal mediante 56 leyes constitucionales.

Por ello es que gran parte del gasto se destina al pago de las tasas de interés, y en el presupuesto de 2012, se pagó por los intereses un 8.3% del PIB; en 2011, un 7.4%. Incluso las economías más estables, con el tiempo, se colapsarían si tuvieran que pagar estas cantidades a los acreedores.

Todo esto ha llevado a que el sector de la izquierda y sus aliados planteen no pagar la deuda porque ésta es fruto de la corrupción, siendo un ejemplo emblemático el que nadie sabe todavía el coste real de los Juegos Olímpicos de 2004, donde se pagó por el sistema de seguridad 1,200 millones de euros, pese a que nunca se recibió.

Desde la década de los 90´s, cuando España, Irlanda, Portugal, Italia y Grecia querían pedir dinero prestado para financiar sus necesidades, los mercados les prestaban dinero a un tipo de interés 2, 3 e incluso 4 veces más elevados del que lo hacían a países como Alemania y Estados Unidos, debido a que estos países tenían un riesgo muy alto de quiebra.

Como hemos visto en el informe de la auditoría de Irlanda, una gran parte de estos bonos han sido comprados por los denominados fondos de alto riesgo y por especuladores. Lo mismo ha pasado con la deuda griega.

Gran parte de esta deuda está en manos de bancos que han sido salvados con dinero del pueblo griego. Estos bancos, los bancos griegos que continúan vivos gracias al dinero del pueblo griego, poseen entre el 30 al 40% de la deuda, por ello se exige la nacionalización de los bancos griegos para abolir o reducir la deuda.

El pago de la deuda es inaceptable en el siglo XXI, porque  los bancos no son autoridad para imponer a la gente un genocidio como castigo para pagar la deuda, como ocurre actualmente que se está produciendo un genocidio social y este año se van a cerrar 1,054 escuelas, se han cerrado 54 hospitales y decenas de departamentos de universidades. Centenares de jóvenes griegos dejan Grecia cada mes para ir a trabajar al Reino Unido, Estados Unidos, Australia y Canadá, como pasaba en el primer período de posguerra. Ésta es la actual tragedia griega, la misma que está ocurriendo en España desde el comienzo de la crisis.

La crisis griega es el absoluto fracaso de la moneda única europea y de los planes para diluir este fracaso por parte de la troika, entre los países de origen latino, parece la venganza de los barbaros hoy con el poder económico sobre sus antiguos conquistadores.

Las dos “damas de hierro”, título trágico que inicialmente detentó Margaret Thatcher, la que construyó el poder con el sacrificio incluso hasta la muerte de los ingleses, y en este caso lo ejercen Angela Merkel y Christine Lagarde, construyendo la crónica trágica de una Europa que no ha logrado afianzar los principios solidarios y camina directo al despeñadero.

Para estas dos heroínas modernas, que viven en una dimensión muy diferente a los pueblos que extorsionan y explotan, lo que le ocurre al pueblo griego es un tema de griegos no de europeos. Así tenemos que el 30% de la población griega vive en la miseria mientras el 20% de la población padece de hambre, en la Europa “desarrollada económica y legalmente por la Unión Europea”.

La compra de alimentos ha caído en un 28.5%, y así y todo la troika quiere subir el iva a los alimentos, y el desempleo se ubica en el 25% y llega al 60% entre los más jóvenes. Éstos son parte de los resultados de la extorción de la troika, tiempo en que más de un millón de personas han perdido su trabajo y la tasa de suicidios ha aumentado un 45%, acelerando la crisis y así la situación de Grecia empeora minuto a minuto.

Primer Epilogo

El domingo 5 de julio, se dio el referéndum de Grecia, a partir de una pregunta sobre si aceptaban las exigencias de la troika o la rechazaban para enfrentar una nueva negociación.

El triunfo abrumador del no ha marcado una página excepcional en la historia moderna de la democracia y las finanzas globalizadas, ya que es la primera vez que un pueblo rechaza asumir los gastos irracionales y la corrupción de los gobiernos neoliberales que ha tenido, porque no hay ley en el mundo que haga solidarios obligatorios a los pobres y supervivientes de los desastres que generan los políticos en la gestión pública transformada en botín.

El referéndum fue una lección histórica que en muchos países debería haber sido realizado antes de cargarles a los que menos tienen el peso de la deuda inmoral creada por lo que más ganan para aumentar sus capitales y sentirse más seguros.

Para Thomas Piketty, Director de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales en Paris, el liderazgo de Alemania en la política que los acreedores quieren imponer a esa nación europea es una gran broma, ya que quienes apoyan la postura de Alemania y Francia hacia Grecia muestran una “ignorancia chocante de la historia europea”.

Alemania es realmente el mejor ejemplo de un país que nunca ha pagado su deuda externa, ni después de la Primera Guerra Mundial con los Tratados de Versalles ni después de la Segunda, por lo que no está en condiciones de dar lecciones a otros países. Hay que agregar que Grecia es el único país de los que destrozó y masacró el nazismo que no fue indemnizado por Alemania, a diferencia de la gran mayoría europea.

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