Relaciones Cuba – Estados Unidos.

“Estos 50 años han mostrado que el aislamiento no ha funcionado. Es hora de un nuevo enfoque» Barack Obama, Presidente de Estados Unidos.

Alfredo César Dachary

 

¿Qué está pasando?, ¿por qué los aliados históricos entran en contradicción en sus relaciones y los enemigos implacables se encuentran en un diálogo, que llega a reformular estas relaciones históricamente irreconciliables y se forja así un nuevo mapa de aliados y enemigos, esa dicotomía que ha caracterizado al pensamiento anglosajón de héroes y villanos?

Irán firma un acuerdo nuclear con Estados Unidos y otras cinco potencias atómicas  para el control de la expansión de las armas nucleares, aunque esto es la cara presentable de este complejo acuerdo, que tiene muchos elementos atrás que no  son los enunciados, ya que abarcan las complejas relaciones con Israel y Arabia Saudita, enemigos irreconciliables de la antigua Persia.

El reinicio de relaciones diplomáticas entre la República de Cuba y Estados Unidos se concretó en el mes de julio con la apertura de las dos embajadas en Washington y en La Habana, un hecho formal que antecede al que debe ser la base de estas nuevas relaciones, el levantamiento del embargo económico impuesto medio siglo atrás.

El presidente de Estados Unidos Barack Obama hace unos meses en un discurso dado en la Sala del Gabinete, en la Casa Blanca, había declarado que  Estados Unidos está cambiando su relación con el pueblo de Cuba  y que la política de aislamiento llevada a cabo por Washington «ha estado basada en las mejores intenciones», pero «ha tenido escasos efectos».

Es por ello que el presidente estadounidense ha declarado que «no creo que podamos seguir haciendo lo mismo durante cinco décadas y esperar resultados diferentes», que es una frase cargada de simbolismo en Estados Unidos, donde a menudo se recurre, sobre todo en el debate político, a la definición de Albert Einstein de ‘locura’ de «hacer la misma cosa una y otra vez y esperar resultados diferentes».

Obama, en un acto de reconocimiento público, ha destacado la implicación personal del Papa Francisco en el proceso de negociaciones entre su país y Cuba para iniciar una normalización de las relaciones diplomáticas bilaterales, acciones que ratifican su compromiso con América, y especialmente con Latinoamérica, donde está uno de los mayores núcleos del cristianismo.

El aporte cubano al diálogo de los grupos armados de Colombia y las autoridades y los grandes avances de Cuba en las metas del milenio, especialmente en educación y salud infantil, empezaban a dar una visión diferente de esta isla que tiene una compleja situación económica, y que hoy está siendo equilibrada por los ingresos turísticos, algo que se incrementará con la nueva situación diplomática.

Pero existe un tema que ya había destacado el presidente Obama en el 2014, fue la actitud de Cuba frente a la crisis sanitaria y médica en África, donde fue el único país que mandó médicos a la lucha contra el ébola, algo que también reconoció al realizar la declaración de normalización de las relaciones diplomáticas.

El 17 de diciembre de 2014, los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro, comunicaron de manera simultánea la normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, tras ser durante medio siglo enemigos, período que coincidió en su primera parte con el desarrollo de la denominada guerra fría y luego con el ocaso y caída de la URSS.

Para el Instituto Español de Estudios Estratégicos en lo que respecta a Cuba, el propio proceso de cambios, la mayoría de las ocasiones infravalorados, y las necesidades económico-financieras que han generado, han favorecido una predisposición a la aproximación a la potencia norteamericana, impensable no hace mucho tiempo.

Sin embargo, no hay que olvidar el nuevo contexto latinoamericano y las presiones en los últimos años por parte de la región latinoamericana para acabar con el aislamiento cubano, ya que es una actuación concertada que se inició en 2008 y que se ha mantenido de forma sostenida desde entonces.

Éstas son algunas de las causas que explican la posibilidad de que haya tenido lugar la reanudación de las relaciones diplomáticas, ya que no es posible explicar mediante un solo factor o cuestiones meramente coyunturales este proceso de aproximación, que responde a intereses incluso geoestratégicos y de liderazgo norteamericano o a las nuevas necesidades cubanas ante los cambios introducidos por el régimen. Sin este trasfondo y la voluntad de cambio, por ambas partes, nada hubiera sido posible.

El proceso de normalización y entendimiento no va a ser fácil y quizás muy largo, ya que hay mucha desconfianza, acumulada durante más de medio siglo de agresiones como lo ha expresado Fidel Castro, en su primera manifestación pública, quien aun apoyando el acercamiento a Estados Unidos, ha manifestado que desconfía de ellos.

Pero el gran avance fue la primera  materialización de este entendimiento que no deja de ser un gran paso, pero la tarea no es fácil y hay muchas cuestiones que resolver entre ambos países, que se basan fundamentalmente en sus diferentes posiciones ideológicas, como en los intereses que representan.

Los cubanos por medio siglo de hostigamientos y limitaciones para su desarrollo derivado no sólo del bloqueo sino de la expansión de éste a todos los que sin ser norteamericanos comerciaban con Cuba. Los norteamericanos exigen indemnizaciones por sus propiedades y negocios que fueron nacionalizados por la revolución cubana, dos intereses opuestos pero que se expresan de manera monetaria en esta agenda abierta a estos pendientes del pasado.

La cronología de esta larga lista de agravios de ambos lados, se inicia en 1960, cuando un elevado número de niños son enviados por las clases altas y medias altas a Estados Unidos, eran más de 14,000 niños en lo que se denominó como la  «Operación Pedro Pan», fruto de la propaganda de la guerra fría que anunciaba que los niños pasarían a ser controlados por el Estado cubano.

En septiembre de 1960, la revolución cubana nacionaliza las empresas y bancos estadounidenses, y un mes después, como contrapartida, Estados Unidos decreta el embargo de las exportaciones cubanas, en lo que supone el inicio del bloqueo comercial.

En el primer mes del año 1961, Estados Unidos y Cuba rompen relaciones diplomáticas, y en el mes de abril, en plena presidencia de John Kennedy se da el intento fallido de invasión en la Bahía de Cochinos, la cual es rechazada y como contrapartida  Fidel Castro proclama el carácter socialista, marxista y leninista de la revolución cubana.

En el mes de marzo de 1962, el presidente John F. Kennedy ordena el embargo total de Cuba, y siete meses después en octubre estalla la denominada  Crisis de los Misiles, que termina cuando  la URSS retira los 42 misiles nucleares instalados en la localidad cubana de San Cristóbal.

En 1966, Estados Unidos aprueba la Ley de Ajuste Cubano, que legaliza a los inmigrantes ilegales que alcancen sus playas y les facilita trabajo, lo cual se transforma en un atractivo y aliciente para que los disidentes decidan salir de la isla de diferentes maneras, por lo que logra contabilizarse que entre 1965-1973, se da la «Camarioca», emigración de más de 100,000 cubanos.

En 1977, el presidente Jimmy Carter, establece las denominadas Secciones de Intereses para resolver cuestiones bilaterales, especies de agencias diplomáticas para solucionar diferendos.

En el mes de abril 1980, se da la famosa salida masiva de cubanos, unos 125,000, del puerto de Mariel, en Cuba, y será recién en 1984 cuando se firman los Acuerdos sobre Inmigración.

En 1992, el Congreso de Estados Unidos aprueba la Ley Torricelli, que incluye en el bloqueo a las subsidiarias de empresas estadounidenses que actúen en otros países y tengan relaciones comerciales con Cuba.

La  denominada crisis de los balseros se da en 1994, cuando salen cerca de 35,000 cubanos, de los que 25,000 son confinados en Guantánamo y Panamá, y a consecuencia de esto en septiembre de ese año, se firman los segundos Acuerdos sobre Inmigración.

El presidente Bill Clinton,  en 1996  promulga la Ley Helms – Burton, que permite demandar a quienes negocien con propiedades confiscadas a estadounidenses en la isla, y pocos meses después, suspende la aplicación del capítulo tres, que prevé que Estados Unidos pueda sancionar a empresas que inviertan en bienes confiscados por el régimen cubano.

El presidente Bill Clinton autoriza en el año 2000 la venta de alimentos y medicinas a Cuba si paga en efectivo.

En el año 2004, Estados Unidos aprueba nuevas restricciones de viajes a la isla y aumentan las ayudas a los disidentes.

El presidente Barack Obama, en el 2009, levanta las restricciones de viajes y envíos de remesas a Cuba y adopta medidas para facilitar las comunicaciones, y Cuba acepta la propuesta estadounidense para reanudar las conversaciones sobre migración y muestra su disposición a hablar sobre cooperación contra el terrorismo, narcotráfico y la respuesta a desastres naturales.

En el mes de enero del 2011, el presidente Obama anuncia la flexibilización de las restricciones de viajes y envío de remesas, que entran en vigor dos semanas después, y en el mes de marzo el expresidente Carter inicia una visita de tres días a Cuba.

Las autoridades de Estados Unidos revelan en el 2014, que su Agencia de Ayuda al Desarrollo (USAID) mantuvo hasta 2012 su proyecto de red social para Cuba «ZunZuneo» para fomentar la disidencia entre la juventud.

En diciembre del 2014, Estados Unidos y Cuba proceden a la liberación de agentes encarcelados. Obama ordena iniciar conversaciones con La Habana para reanudar las relaciones rotas desde 1961.

Con medio siglo de enfrentamiento, las razones del acuerdo deben ser muy fuertes para poderlo mantener y transformar esta relación en una nueva de respeto mutuo a las profundas diferencias que tienen ambos países en la actualidad.

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